Hay varios sitios que son mis “favoritos” en Madrid y que en cuanto podemos, ahí vamos a cenar o a comer. Desde hace muchos años, sigo de forma incondicional los pasos de Nino y Patxi, y cuando abrió Fismuler en el año 2016, allí fuimos sin pensarlo.
Cuando vamos nos solemos poner en sus manos a la hora de elegir los platos, lo que es un acierto. No hay que preguntar si tienen algo fuera de carta, porque cambian la carta a diario, en función del producto que tienen disponible en el mercado.
Este mes de julio pudimos ir, y estaba todo, como siempre buenísimo.
El cogollo aliñado con Comté es sencillo y delicioso.
La dorada con almendra y uva tinta la pedimos siempre que la tienen. Además, es un plato que pueden preparar media ración.
La verdad es que todo estaba espectacular.
Y para el postre, ya no nos dejaron pedir la archiconocida tarta de queso, porque siempre la pedimos y la habíamos tomado hacía poco porque habíamos hecho pedido en Escalope Armando.
Como podéis ver, un menú de lujo, pero merece en mi opinión, mención especial el pan trino con berberechos a la gallega.
Aquí tenéis los datos:
Fismuler
Calle Sagasta 29 (Esquina con Covarrubias)
28004 Madrid – España
Precio aproximado: 35-55 € persona.