Mandarinas confitadas

ELABORACIÓN

1. Lavamos bien las mandarinas, quitamos los extremos y las cortamos en rodajas de unos 5 mm como máximo de grosor.
2. Ponemos en una cacerola abundante agua y sal. Con el agua fría, añadimos las mandarinas cortadas, y ponemos el cazo a calentar, hasta llegar a una ligera ebullición. Bajamos el fuego y dejamos cocinar durante 10 minutos. Así conseguimos que eliminar el amargor.
3. Pasamos las mandarinas a un colador, tirando el agua salada y lavamos bajo el chorro de agua fría, con poco caudal, para que no se rompa la pulpa.
4. Ponemos en una olla los 400 ml de agua, añadimos 500 gramos de azúcar y las mandarinas. Encendemos el fuego fuerte, y cuando llegue a ebullición, bajamos a fuego suave y cocinamos durante 10 minutos.
5. Retiramos del fuego, tapamos con film transparente y dejamos reposar a temperatura ambiente 12 horas.
6. Pasado ese tiempo, quitamos el plástico transparente, echamos 100 gramos más de azúcar y ponemos nuevamente al fuego. Cuando rompa a hervir, volvemos a bajar la temperatura a fuego suave y cocinamos durante 10 minutos.
7. Retiramos del fuego, tapamos con el plástico transparente y dejamos reposar otras 12 horas a temperatura ambiente.
8. Pasado ese tiempo, volvemos a repetir el proceso: quitamos el film, añadimos 100 gramos más de azúcar, ponemos al fuego, cocemos durante otros 10 minutos. Retiramos del fuego, tapamos con film, y dejamos reposar.
9. Repetimos el proceso una tercera vez con los últimos 100 gramos de azúcar, y dejamos reposar las últimas 12 horas.
10. Sacamos las mandarinas con mucho cuidado de no romper la pulpa y las colocamos en la rejilla del horno. Ponemos debajo de ésta una bandeja de horno, para recoger el almíbar que vayan escurriendo.
11. Precalentamos el horno a 110º, con calor arriba y abajo. Metemos la rejilla y la bandeja con las mandarinas y horneamos durante 10-20 minutos.
12. Si las prefieres guardar en su almíbar no hace falta hornearlas.