¡¡Hola a tod@s!!
Falta poquito para las vacaciones. Con este calor que hace parece mentira que a alguien no le importe cocinar cosas en el horno, ¿verdad? Pues esa soy yo. Y es que el horno es un imprescindible en mi cocina.
Recuerdo que en una fiesta de mi hermana mayor el otro día hablábamos de la «pose photocall» para las fotos, y hablando del horno, yo dije que tenía la pose «sacar las cosas del horno en verano», que es ponerse en el lateral de la puerta del horno al abrirlo, de manera que no te va todo el calorazo a la cara.
Una receta que me encanta es el pollo asado, y desde que descubrí las bolsas de asar… ¡qué cómodo es!
Lo acompañamos de patatas gajo hechas también en otra bolsa. Lo mejor de las bolsas es que las hay de muchos tamaños. Pequeñas o grandes, incluso medianas. ¡Es una locura!
Vamos con la receta:
INGREDIENTES
• 1 pollo de corral entero (de Carne Villa María)
• Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE)
• sal y pimienta
• 1 limón
• tomillo, romero…
Para las patatas
• 4 patatas pequeñas o medianas
Además necesitaremos
• 2 bolsas de asar (en una tiene que caber el pollo)
ELABORACIÓN
1. Precalentar el horno a 190º.
2. Trocear el limón en 4 partes y rellenar el pollo con 3 de los trozos. Meter el pollo con cuidado en la bolsa de asar.
3. En un cuenco o tarro (yo lo hago en un tarro para agitar con la tapa cerrada), poner un chorro generoso de aceite de oliva virgen extra, el jugo del trozo de limón que hemos reservado, sal, pimienta, tomillo y romero. Mezclar.
4. Echar dentro de la bolsa y cerrarla con el precinto. Hacer un pequeño corte en la parte superior para que salga el vapor a modo de chimenea.
5. Hornear a 190º durante 90 minutos.
6. Mientras, poner las patatas cortadas en gajos bien lavadas (yo tengo un cepillo especial para limpiarlas), con un chorro de aceite, sal, pimienta y romero en otra bolsa de asar y cerrar con el precinto. Hacer nuevamente un corte pequeño para que salga el vapor.
7. Cuando el pollo lleve 55 minutos, meter la bolsa de las patatas en el horno y cocinar 35 minutos más.
Lo mejor de esta receta es que si sobra, se puede tomar de una forma distinta: en ensalada, hacer croquetas, canelones…
Si sobran patatas, añadimos huevo y tenemos una maravillosa tortilla.
Espero que os haya gustado.